martes, 30 de diciembre de 2008

Mercado de pases




La llegada de Carlos Bianchi al puesto de manager y la necesidad de rearmar el equipo de cara a la Libertadores 2009, hacen que la lista de nombres que se manejen en el mundo Boca sea una de las más grandes que se han visto desde hace tiempo.


La jugada del presidente Ameal de contar con Carlos Bianchi como manager no es una jugada aislada. El consagrado presidente por la defunción de Pedro Pompilio es un directivo que a lo largo de su vida relacionada con el mundo Boca, no tuvo demasiada injerencia en los asuntos futbolísticos, sino con otros deportes y con las peñas del interior.
Reconociendo con humildad dicha falencia de la actividad principal del club, la que genera más cantidad de seguidores y de recursos, el nuevo presidente sabe que no tiene los conocimientos de su predecesor y que necesita de sabios consejos para mantener la hegemonía de Boca Juniors, tanto en Argentina, como en América, algo que a una década del comienzo de esta gloriosa etapa que atraviesa el club, no parece tan fácil.
Por eso, Ameal decidió rodearse de un hombre sabio en el fútbol y que parecía que su relación con Boca, por lo menos de manera contractual, parecía estar acabada tras la salida en el 2004, quebrada la relación con el entonces presidente, Mauricio Macri. Sin embargo, la posibilidad de estar lejos del banco del DT, y detrás de un escritorio, manejando los destinos del club, pareció satisfacer las necesidades del “virrey”, quien a pesar de aún no haber firmado contrato con el club, mostró dos caras que reflejan lo que será su tarea en el club.
La primera de ellas era la de aclarar que en ningún momento sus tareas se sobrepondrán con las del director técnico, en este momento y por un año más tras la renovación, Carlos Ischia. La segunda, e íntimamente relacionada con la mencionada anteriormente, es la elección de los destinos futbolísticos del club, donde Carlos Bianchi tendrá plenas facultadas para acercar y elegir jugadores, aunque la decisión final deberá ser consensuada con el técnico de turno.


Como se señalo, Bianchi ya comenzó a idear el Boca modelo 2009 y las principales preocupaciones, no solo de el, sino de la directiva, pasan sobre que será de la portería del club. El 2008 fue un año muy sensible en dicho aspectos, ya que errores de los arqueros, costaron o estuvieron a punto de costarles títulos al club (referencias directas tanto a Migliore en el caso de que “costaron”, y de Javier García, en el “casi”).


Con Caranta borrado del plantel y sin chances de regresar con la renovación del contrato de Ischia, con Javier García operado, sin posibilidades de jugar hasta el mes de marzo, y con la única opción de Josué Ayala, quien cuenta con solo 20 minutos en primera, se plantea como totalmente necesario la llegada de un arquero.
Y la danza de nombres comenzó a circular. Quien partió con todos los números para volver a Boca fue el “Pato” Abbondanzieri, que actualmente ataja en el Getafe. Sus rendimientos no venían siendo de los mejores en el club madrileño y es de público conocimiento que ha perdido la titularidad en el seleccionado Argentino. Sin embargo, el Getafe solamente cuenta con un arquero de suplente, que no da garantías (Jacobo) y con Ustari todavía lesionado, no pondría tantas facilidades para la salida del “Pato”.
Carlos Bianchi tampoco veía con buenos ojos su llegada por los defectos que se le marcaban anteriormente, especialmente el flojo momento deportivo que vive. “Abbondanzieri mantiene un nivel regular, pero siempre comete un error por encuentro que termina perjudicando al equipo”, señala un periodista español, consultado por Ole acerca del nivel mostrado por el arquero.
Agustín Orión (San Lorenzo), Justo Villar (Valladolid), Federico Vilar (Atlante, surgido en las divisiones inferiores del club), Fabian Carini (Murcia) y Sebastián Torrico (Argentinos Juniors) fueron otros de los nombres que se mencionan como posibles refuerzos. Federico Vilar era uno de los preferidos por el Virrey, quien lo conoce tras los contactos que mantuvo en México por el contrato que lo unió con la cadena de televisión “Televisa”.


En estos últimos días se sumaron dos nombres más. El primero es la del arquero del Atlético de Madrid, Leonardo Franco, quien finaliza su contrato a mitad de año y su club no parece tener intención de renovarle. El segundo, más conocido en el mundo Boca y que ha ganado muchos enteros en los últimos días, es Oscar Córdoba, que con 39 años y una decente temporada en el “Millonarios” de Colombia, tiene fuertes intenciones de finalizar su larga carrera en el club.
Adelantándonos una línea, en la defensa parece que hay pocas intenciones de reforzarse. La lesión de Paletta no complico mucho al equipo, ya que Forlín como Roncaglia cumplieron más que bien como centrales. Ibarra y Morel son inamovibles como lateral y Calvo es un buen comodín como recambio. De todos modos, parece que clubes mexicanos vienen con fuerza por el paraguayo, quien vería con buenos ojos un cambio de aires, con lo que desde el club se tiene en cuenta a dos jugadores para cubrir su ida: la de Clemente Rodríguez, actualmente libre y la de Fabian Monzón, en préstamo en el Betis. Surgió un interés del Napoli por Forlín, pero el jugador quiere quedarse.
Del mediocampo, Vargas, Battaglia y Dátolo tienen seguidores. El primero es pretendido por el Fenerbahce turco, y solo una buena oferta lo sacaría del club. En ese caso, el jugador del Inter de Brasil, Pablo Guiñazu, sería quien buscaría la directiva para reemplazarlo. A pesar del interés de algunos clubes ingleses por Battaglia, se desecha su salida, ya que con los Riquelme, fueron los pilares de este Boca 2008.


Con Dátolo la situación es diferente. El jugador viene amagando cada vez que se abre el libro de pases con que si llega una buena oferta de Europa, podría dejar el club, aprovechando su buen momento. Y con la salida de Neri Cardozo ya asegurada (no juega como titular desde agosto), el club se vería obligado a buscar un refuerzo por la banda izquierda.
Y ese refuerzo sería nada menos que Jofré Guerrón, que sonó mucho tras su gran Copa Libertadores, pero finalmente recaló en el Getafe. No ha podido adaptarse al fútbol español y el club “azulón”, no ve con malos ojos su salida, ya sea como una cesión o con una venta para recuperar la inversión realizada, cercana a los cinco millones de euros.
Y por último, la delantera. Que es algo que no hay que reforzar, sino que liberar. A falta de la recuperación de Palermo, cuya recuperación se completará en marzo, el equipo cuenta con un “overbooking” de delanteros muy grande. Al ya mencionado Palermo, hay que sumarle a Viatri, Figueroa, Palacio, Mouche, Noir y Jonathan Phillippe. Por eso el objetivo es liberar, y el primero en irse será “Tito” Noir, cuyo rendimiento bajo a lo largo del semestre. El Inter de Brasil se lo quiere llevar y Boca no ve como malos ojos una cesión.
En fin, esto es lo que de momento se ha hablado en el mundo Boca como posibles refuerzos. Veremos finalmente que sucede…


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