martes, 30 de diciembre de 2008

El Verdugo



En su poco tiempo jugando para Boca, se puede decir que Martín ya tiene de “hijo” a River. Pero esta paternidad tiene su historia. Jugando para Estudiantes ya le hizo varios goles. Para Boca jugó 11 partidos contra las “gallinas” y les convirtió 8 goles. ¡Impresionante!.Por citar un ejemplo de lo que se está afirmando con seguridad podemos citar un partido en particular, jugado por una de las tantas copas de verano, donde Palermo se despachó con tres goles para la holgada victoria de Boca por 3-0 contra su archirrival. El primero a los 15 minutos de la etapa inicial. Luego de un tiro libre que ejecutó Riquelme desde la izquierda, Palermo entró por la derecha, paró la pelota con el pecho, y con un zurdazo certero venció a Burgos, al cual la pelota le pasó por entre las piernas.En el segundo tiempo, a los 6 minutos, Palermo recibió otra pelota de Riquelme, y esta vez desde afuera del área despidió un zurdazo ante la salida desesperada de Burgos. A los 27 minutos Palermo le puso el moño a una actuación fantástica. Sobre la izquierda, lejos del arco, tras un saque de Burgos que no pudo dominar Hernán Días, el delantero tomó la pelota, vio al arquero adelantado, patió un zurdazo desde 35 metros aproximadamente que fue camino hacia la red ante el regreso desesperado del guardametas.

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