El 24 de mayo de 2000 quedará guardado en la memoria y en el corazón de todos los hinchas Xeneizes, como uno de los días más gloriosos en la historia del club y particularmente como el día de: Martín Palermo.Se jugaba la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante River. Boca debía ganar por dos o más goles de ventaja para pasar automáticamente a las semifinales de la Copa (en el encuentro de ida había caído 2 a 1, en el Monumental). Cuando el reloj marcaba 77’ ingresó al campo de juego Martín Palermo, luego de 6 meses de inactividad por la rotura de ligamentos cruzado. En ese momento la Bombonera explotó, menos el sector visitante, que se quedó mudo del miedo que le agarró. La noche no podía ser más perfecta: Apenas ingresó, Riquelme (de penal) puso el partido 2 a 0. Pero eso no era nada a comparación de lo que faltaba venir. A siete minutos del final del encuentro, Palermo recibió la pelota dentro del área rival, giró muy lentamente, ante la mirada atenta de los defensores millonarios, le pegó al balón y lo colocó junto al palo derecho del arquero Bonano...... GOOOOL, 3 a 0 ¡¡¡y a festejar!!! Palermo lloraba de la alegría, la 12 gritaba como nunca, y no era para menos, Boca pasaba a la semifinal de la Copa Libertadores de América y dejaba afuera a River, su eterno rival..Si para ese entonces, Palermo ya era muy querido por todos los boquenses, esa noche, sin lugar a dudas, se metió definitivamente en el corazón de la Mitad Más Uno.
martes, 30 de diciembre de 2008
El Verdugo
En su poco tiempo jugando para Boca, se puede decir que Martín ya tiene de “hijo” a River. Pero esta paternidad tiene su historia. Jugando para Estudiantes ya le hizo varios goles. Para Boca jugó 11 partidos contra las “gallinas” y les convirtió 8 goles. ¡Impresionante!.Por citar un ejemplo de lo que se está afirmando con seguridad podemos citar un partido en particular, jugado por una de las tantas copas de verano, donde Palermo se despachó con tres goles para la holgada victoria de Boca por 3-0 contra su archirrival. El primero a los 15 minutos de la etapa inicial. Luego de un tiro libre que ejecutó Riquelme desde la izquierda, Palermo entró por la derecha, paró la pelota con el pecho, y con un zurdazo certero venció a Burgos, al cual la pelota le pasó por entre las piernas.En el segundo tiempo, a los 6 minutos, Palermo recibió otra pelota de Riquelme, y esta vez desde afuera del área despidió un zurdazo ante la salida desesperada de Burgos. A los 27 minutos Palermo le puso el moño a una actuación fantástica. Sobre la izquierda, lejos del arco, tras un saque de Burgos que no pudo dominar Hernán Días, el delantero tomó la pelota, vio al arquero adelantado, patió un zurdazo desde 35 metros aproximadamente que fue camino hacia la red ante el regreso desesperado del guardametas.
EL BAUTISMO A RIVER
En la décima fecha del torneo Apertura 97, Boca tenía que enfrentar a su archirrival. El partido contra River era una prueba de fuego para Martín, y, como siempre, respondió con lo que mejor sabe hacer: goles. River se puso en ventaja con gol de Berti. En el segundo tiempo el “Huevo” Toresani empató el partido. A los 22 minutos Martín consiguió el triunfo. En un corner para Boca, se produjeron muchos forcejeos en el área, y en ese instante, Palermo se elevó más alto que todos los demás y con un cabezazo de pique al suelo decretó el gol. Se sacó la camiseta y bajo la lluvia festejó con todos los hinchas, quizás con un poco de bronca acumulada porque las cosas, hasta ese momento, no le había salido como él esperaba.
EL PRIMER GOL CON LA AZUL Y ORO
Su primer gol con la camiseta de Boca fue el 30 de septiembre de 1997 en la séptima fecha del torneo Apertura, el rival era Independiente y el arquero Faryd Mondragón. A partir de ese momento Palermo iba a demostrar que no estaba dispuesto a pasar desapercibido por BocaLa gente de Boca dudaba de la capacidad de Palermo. Era criticado por sus actuaciones y porque no cumplía -según ellos- con la función que tenía, que era hacer goles.
Mercado de pases
La llegada de Carlos Bianchi al puesto de manager y la necesidad de rearmar el equipo de cara a la Libertadores 2009, hacen que la lista de nombres que se manejen en el mundo Boca sea una de las más grandes que se han visto desde hace tiempo.
La jugada del presidente Ameal de contar con Carlos Bianchi como manager no es una jugada aislada. El consagrado presidente por la defunción de Pedro Pompilio es un directivo que a lo largo de su vida relacionada con el mundo Boca, no tuvo demasiada injerencia en los asuntos futbolísticos, sino con otros deportes y con las peñas del interior.
Reconociendo con humildad dicha falencia de la actividad principal del club, la que genera más cantidad de seguidores y de recursos, el nuevo presidente sabe que no tiene los conocimientos de su predecesor y que necesita de sabios consejos para mantener la hegemonía de Boca Juniors, tanto en Argentina, como en América, algo que a una década del comienzo de esta gloriosa etapa que atraviesa el club, no parece tan fácil.
Por eso, Ameal decidió rodearse de un hombre sabio en el fútbol y que parecía que su relación con Boca, por lo menos de manera contractual, parecía estar acabada tras la salida en el 2004, quebrada la relación con el entonces presidente, Mauricio Macri. Sin embargo, la posibilidad de estar lejos del banco del DT, y detrás de un escritorio, manejando los destinos del club, pareció satisfacer las necesidades del “virrey”, quien a pesar de aún no haber firmado contrato con el club, mostró dos caras que reflejan lo que será su tarea en el club.
La primera de ellas era la de aclarar que en ningún momento sus tareas se sobrepondrán con las del director técnico, en este momento y por un año más tras la renovación, Carlos Ischia. La segunda, e íntimamente relacionada con la mencionada anteriormente, es la elección de los destinos futbolísticos del club, donde Carlos Bianchi tendrá plenas facultadas para acercar y elegir jugadores, aunque la decisión final deberá ser consensuada con el técnico de turno.
Reconociendo con humildad dicha falencia de la actividad principal del club, la que genera más cantidad de seguidores y de recursos, el nuevo presidente sabe que no tiene los conocimientos de su predecesor y que necesita de sabios consejos para mantener la hegemonía de Boca Juniors, tanto en Argentina, como en América, algo que a una década del comienzo de esta gloriosa etapa que atraviesa el club, no parece tan fácil.
Por eso, Ameal decidió rodearse de un hombre sabio en el fútbol y que parecía que su relación con Boca, por lo menos de manera contractual, parecía estar acabada tras la salida en el 2004, quebrada la relación con el entonces presidente, Mauricio Macri. Sin embargo, la posibilidad de estar lejos del banco del DT, y detrás de un escritorio, manejando los destinos del club, pareció satisfacer las necesidades del “virrey”, quien a pesar de aún no haber firmado contrato con el club, mostró dos caras que reflejan lo que será su tarea en el club.
La primera de ellas era la de aclarar que en ningún momento sus tareas se sobrepondrán con las del director técnico, en este momento y por un año más tras la renovación, Carlos Ischia. La segunda, e íntimamente relacionada con la mencionada anteriormente, es la elección de los destinos futbolísticos del club, donde Carlos Bianchi tendrá plenas facultadas para acercar y elegir jugadores, aunque la decisión final deberá ser consensuada con el técnico de turno.
Como se señalo, Bianchi ya comenzó a idear el Boca modelo 2009 y las principales preocupaciones, no solo de el, sino de la directiva, pasan sobre que será de la portería del club. El 2008 fue un año muy sensible en dicho aspectos, ya que errores de los arqueros, costaron o estuvieron a punto de costarles títulos al club (referencias directas tanto a Migliore en el caso de que “costaron”, y de Javier García, en el “casi”).
Con Caranta borrado del plantel y sin chances de regresar con la renovación del contrato de Ischia, con Javier García operado, sin posibilidades de jugar hasta el mes de marzo, y con la única opción de Josué Ayala, quien cuenta con solo 20 minutos en primera, se plantea como totalmente necesario la llegada de un arquero.
Y la danza de nombres comenzó a circular. Quien partió con todos los números para volver a Boca fue el “Pato” Abbondanzieri, que actualmente ataja en el Getafe. Sus rendimientos no venían siendo de los mejores en el club madrileño y es de público conocimiento que ha perdido la titularidad en el seleccionado Argentino. Sin embargo, el Getafe solamente cuenta con un arquero de suplente, que no da garantías (Jacobo) y con Ustari todavía lesionado, no pondría tantas facilidades para la salida del “Pato”.
Carlos Bianchi tampoco veía con buenos ojos su llegada por los defectos que se le marcaban anteriormente, especialmente el flojo momento deportivo que vive. “Abbondanzieri mantiene un nivel regular, pero siempre comete un error por encuentro que termina perjudicando al equipo”, señala un periodista español, consultado por Ole acerca del nivel mostrado por el arquero.
Agustín Orión (San Lorenzo), Justo Villar (Valladolid), Federico Vilar (Atlante, surgido en las divisiones inferiores del club), Fabian Carini (Murcia) y Sebastián Torrico (Argentinos Juniors) fueron otros de los nombres que se mencionan como posibles refuerzos. Federico Vilar era uno de los preferidos por el Virrey, quien lo conoce tras los contactos que mantuvo en México por el contrato que lo unió con la cadena de televisión “Televisa”.
Y la danza de nombres comenzó a circular. Quien partió con todos los números para volver a Boca fue el “Pato” Abbondanzieri, que actualmente ataja en el Getafe. Sus rendimientos no venían siendo de los mejores en el club madrileño y es de público conocimiento que ha perdido la titularidad en el seleccionado Argentino. Sin embargo, el Getafe solamente cuenta con un arquero de suplente, que no da garantías (Jacobo) y con Ustari todavía lesionado, no pondría tantas facilidades para la salida del “Pato”.
Carlos Bianchi tampoco veía con buenos ojos su llegada por los defectos que se le marcaban anteriormente, especialmente el flojo momento deportivo que vive. “Abbondanzieri mantiene un nivel regular, pero siempre comete un error por encuentro que termina perjudicando al equipo”, señala un periodista español, consultado por Ole acerca del nivel mostrado por el arquero.
Agustín Orión (San Lorenzo), Justo Villar (Valladolid), Federico Vilar (Atlante, surgido en las divisiones inferiores del club), Fabian Carini (Murcia) y Sebastián Torrico (Argentinos Juniors) fueron otros de los nombres que se mencionan como posibles refuerzos. Federico Vilar era uno de los preferidos por el Virrey, quien lo conoce tras los contactos que mantuvo en México por el contrato que lo unió con la cadena de televisión “Televisa”.
En estos últimos días se sumaron dos nombres más. El primero es la del arquero del Atlético de Madrid, Leonardo Franco, quien finaliza su contrato a mitad de año y su club no parece tener intención de renovarle. El segundo, más conocido en el mundo Boca y que ha ganado muchos enteros en los últimos días, es Oscar Córdoba, que con 39 años y una decente temporada en el “Millonarios” de Colombia, tiene fuertes intenciones de finalizar su larga carrera en el club.
Adelantándonos una línea, en la defensa parece que hay pocas intenciones de reforzarse. La lesión de Paletta no complico mucho al equipo, ya que Forlín como Roncaglia cumplieron más que bien como centrales. Ibarra y Morel son inamovibles como lateral y Calvo es un buen comodín como recambio. De todos modos, parece que clubes mexicanos vienen con fuerza por el paraguayo, quien vería con buenos ojos un cambio de aires, con lo que desde el club se tiene en cuenta a dos jugadores para cubrir su ida: la de Clemente Rodríguez, actualmente libre y la de Fabian Monzón, en préstamo en el Betis. Surgió un interés del Napoli por Forlín, pero el jugador quiere quedarse.
Del mediocampo, Vargas, Battaglia y Dátolo tienen seguidores. El primero es pretendido por el Fenerbahce turco, y solo una buena oferta lo sacaría del club. En ese caso, el jugador del Inter de Brasil, Pablo Guiñazu, sería quien buscaría la directiva para reemplazarlo. A pesar del interés de algunos clubes ingleses por Battaglia, se desecha su salida, ya que con los Riquelme, fueron los pilares de este Boca 2008.
Adelantándonos una línea, en la defensa parece que hay pocas intenciones de reforzarse. La lesión de Paletta no complico mucho al equipo, ya que Forlín como Roncaglia cumplieron más que bien como centrales. Ibarra y Morel son inamovibles como lateral y Calvo es un buen comodín como recambio. De todos modos, parece que clubes mexicanos vienen con fuerza por el paraguayo, quien vería con buenos ojos un cambio de aires, con lo que desde el club se tiene en cuenta a dos jugadores para cubrir su ida: la de Clemente Rodríguez, actualmente libre y la de Fabian Monzón, en préstamo en el Betis. Surgió un interés del Napoli por Forlín, pero el jugador quiere quedarse.
Del mediocampo, Vargas, Battaglia y Dátolo tienen seguidores. El primero es pretendido por el Fenerbahce turco, y solo una buena oferta lo sacaría del club. En ese caso, el jugador del Inter de Brasil, Pablo Guiñazu, sería quien buscaría la directiva para reemplazarlo. A pesar del interés de algunos clubes ingleses por Battaglia, se desecha su salida, ya que con los Riquelme, fueron los pilares de este Boca 2008.
Con Dátolo la situación es diferente. El jugador viene amagando cada vez que se abre el libro de pases con que si llega una buena oferta de Europa, podría dejar el club, aprovechando su buen momento. Y con la salida de Neri Cardozo ya asegurada (no juega como titular desde agosto), el club se vería obligado a buscar un refuerzo por la banda izquierda.
Y ese refuerzo sería nada menos que Jofré Guerrón, que sonó mucho tras su gran Copa Libertadores, pero finalmente recaló en el Getafe. No ha podido adaptarse al fútbol español y el club “azulón”, no ve con malos ojos su salida, ya sea como una cesión o con una venta para recuperar la inversión realizada, cercana a los cinco millones de euros.
Y por último, la delantera. Que es algo que no hay que reforzar, sino que liberar. A falta de la recuperación de Palermo, cuya recuperación se completará en marzo, el equipo cuenta con un “overbooking” de delanteros muy grande. Al ya mencionado Palermo, hay que sumarle a Viatri, Figueroa, Palacio, Mouche, Noir y Jonathan Phillippe. Por eso el objetivo es liberar, y el primero en irse será “Tito” Noir, cuyo rendimiento bajo a lo largo del semestre. El Inter de Brasil se lo quiere llevar y Boca no ve como malos ojos una cesión.
En fin, esto es lo que de momento se ha hablado en el mundo Boca como posibles refuerzos. Veremos finalmente que sucede…
Y ese refuerzo sería nada menos que Jofré Guerrón, que sonó mucho tras su gran Copa Libertadores, pero finalmente recaló en el Getafe. No ha podido adaptarse al fútbol español y el club “azulón”, no ve con malos ojos su salida, ya sea como una cesión o con una venta para recuperar la inversión realizada, cercana a los cinco millones de euros.
Y por último, la delantera. Que es algo que no hay que reforzar, sino que liberar. A falta de la recuperación de Palermo, cuya recuperación se completará en marzo, el equipo cuenta con un “overbooking” de delanteros muy grande. Al ya mencionado Palermo, hay que sumarle a Viatri, Figueroa, Palacio, Mouche, Noir y Jonathan Phillippe. Por eso el objetivo es liberar, y el primero en irse será “Tito” Noir, cuyo rendimiento bajo a lo largo del semestre. El Inter de Brasil se lo quiere llevar y Boca no ve como malos ojos una cesión.
En fin, esto es lo que de momento se ha hablado en el mundo Boca como posibles refuerzos. Veremos finalmente que sucede…
El último que apague la luz
Fue dramático, como casi todo lo que le sucedió a este equipo en el torneo. Los nervios y la tensión se mantuvieron hasta que concluyó el encuentro en el estadio de Racing, pero finalmente se dio lo más probable y, pese a caer por 1-0, el Xeneize dijo campeón y coronó su estrella número 23 en campeonatos locales.El partido parecía controlado para Boca, pero sin embargo otro grosero error de Javier García le dio la posibilidad a Tigre de convertir a través de Lazzaro, de cabeza. Tuvo 20 minutos finales el conjunto de Cagna para ampliar el marcador, pero no le alcanzó pese a tirarse con todo lo que tenía al ataque. Para aumentar el nerviosismo de un tenso encuentro, Carlos Ischia decidió sacar a Javier García e incluir al debutante Josué Ayala.El triangular finalmente terminó con los tres equipos en tres unidades pero el Xeneize se llevó el título por diferencia de gol (+1). Importantísimo el tanto convertido por Cristian Chávez ante San Lorenzo.No dejó una imagen del todo buena pero el fútbol es así y el campeón otra vez es Boca Juniors. Y el último que apague la luz... Salud campeón y feliz navidad!!!
Seguí bailando por un sueño
San Lorenzo 1- Boca Juniors 3Boca Juniors derrotó por tres a uno a San Lorenzo y está a un paso de consagrarse campeón del fútbol local si vence a Tigre el martes, aunque le alcanza con perder por un gol de diferencia.
Los goles fueron marcados por Viatri, Palacio y Chávez para el Xeneize. Solari, tras un grosero error de García, anotó para los de Miguel Russo.El conjunto dirigido por Carlos Ischia jugó una verdadera final y fue superior en todo sentido respecto de su rival que lo único que hizo fue llorar durante gran parte del encuentro.Lo negro del cotejo fue el choque entre Forlín y Silvera. El futbolista Xeneize sufrió convulciones y aunque aun permanece en observación, se encuentra fuera de peligro.Juan Román Riquelme y Fabián Vargas no podrán estar en la gran final ante Tigre ya que sufrieron la quinta amarilla. Sus reemplazantes podrían ser Gaitán y Chávez, respectivamente.
El martes cueste lo que cueste hay que ganar y no especular con un empate ni mucho menos. Mientras tanto, San Lorenzo, Tinelli y cía se hicieron a un costado y quedaron afuera de la pelea por el título.
García fue operado y ya se le busca reemplazante
El juvenil arquero de Boca, dueño de los tres palos en esta última parte del año, fue operado exitosamente de la pubialgia que arrastraba hace varios meses y le afectó en los últimos encuentros de este apertura. García fue intervenido quirurgicamente por el médico del plantel, Jorge Batista, y tendrá por lo menos un mes afuera de las canchas.Ya se le busca reemplazante. Roberto Abbondanzieri es el principal candidato para hacerse cargo del arco Xeneize en la próxima Copa Libertadores y campeonato local. Otros nombres que se manejan son los de Mariano Andujar, Oscar Córdoba, Justo Villar y Federico Vilar, quien hizo las inferiores en el club y actualmente se encuentra en el Atlante de México.
El Napoli tras los pasos de Forlín
El Napoli de Italia, donde actualmente juegan los argentinos Nicolás Navarro, Ezequiel Lavezzi y Germán Denis, también pretende contratar al defensor de Boca Juan Forlín, según publicó hoy el diario Il Mattino.El juvenil de 20 años habría sido tazado en 4 millónes de euros y de acuerdo a lo dicho por el periodico italiano, podría ser nuevo jugador del Napoli en enero próximo cuando se reabra el libro de pases en el país europeo.Forlín, quien chocó fuertemente con Silvera en el encuentro ante San Lorenzo por el triangular, debutó en la primera división el año pasado y estuvo dos años por las divisiones juveniles del Real Madrid, sin pena ni gloria.Es uno de los proyectos más esperanzadores del club y desde este blog pensamos que hay que aguantarlo al menos un año más.
Adiós al Gran Patrón
Ayer se despidió uno de los mejores centrales de la historia de Boca Juniors, Jorge “El Patrón” Bermúdez. El jugador nacido en Armenia, Colombia decidió ponerle fin ayer a su carrera como futbolísta en un partido jugado en su ciudad natal.
En el encuentro de ayer el ex Xeneize formó la dupla defensiva con Néstor Fabbri otro ex Boca Juniors. El partido entre la Selección de Colombia (el “Pibe” Valderrama estuvo en ese equipo) y los Amigos del Patrón termino a favor para los Amigos por 3 a 1.
En el equipo de los Amigos estuvieron presentes Oscár Córdoba, Néstor Fabbri, el “Chicho” Serna, entre otros. El DT de ese equipo fue nada más y nada menos que Carlos Bianchi.
En un momento del partido tanto el “Patrón” como su padre y su hijo estuvieron en cancha.
Ayer, después de una extensa carrera de casi 20 años y tras haber pasado por 12 equipos, el “Patrón” decidió ponerle fin a su carrera.
En Boca se le recordará por haber formado, tal vez, la mejor defensa de la historia Xeneize, junto con Ibarra, Samuel y Arruabarrena. En nuestro amado club estuvo cuatro años en los cuales ganó seis títulos (Copa Libertadores 2000 y 2001, Intercontinental 2000, Apertura 1998 y 2000 y el Clausura 1999). Fue el encargado de darle a Boca su tercera Copa Libertadores en la historia tras convertir el penal decisivo ante el Palmeiras en la final del 2000.
Sin dudas volverá algún día a Boca, seguramente como DT. Un tipo muy humilde que cuando este página era visitada por muy poca gente, aceptó respondernos una entrevista con total humildad, lo que habla de la categoría de su persona.
En el encuentro de ayer el ex Xeneize formó la dupla defensiva con Néstor Fabbri otro ex Boca Juniors. El partido entre la Selección de Colombia (el “Pibe” Valderrama estuvo en ese equipo) y los Amigos del Patrón termino a favor para los Amigos por 3 a 1.
En el equipo de los Amigos estuvieron presentes Oscár Córdoba, Néstor Fabbri, el “Chicho” Serna, entre otros. El DT de ese equipo fue nada más y nada menos que Carlos Bianchi.
En un momento del partido tanto el “Patrón” como su padre y su hijo estuvieron en cancha.
Ayer, después de una extensa carrera de casi 20 años y tras haber pasado por 12 equipos, el “Patrón” decidió ponerle fin a su carrera.
En Boca se le recordará por haber formado, tal vez, la mejor defensa de la historia Xeneize, junto con Ibarra, Samuel y Arruabarrena. En nuestro amado club estuvo cuatro años en los cuales ganó seis títulos (Copa Libertadores 2000 y 2001, Intercontinental 2000, Apertura 1998 y 2000 y el Clausura 1999). Fue el encargado de darle a Boca su tercera Copa Libertadores en la historia tras convertir el penal decisivo ante el Palmeiras en la final del 2000.
Sin dudas volverá algún día a Boca, seguramente como DT. Un tipo muy humilde que cuando este página era visitada por muy poca gente, aceptó respondernos una entrevista con total humildad, lo que habla de la categoría de su persona.
22 Recuerdos del LOCO en Boca
Su gol más lindo: “El que le converti en este campeonato a independiente detrás de mitad de cancha, ya que nunca había hecho un gol así”.
Su gol más feo: “Debe de haber un par, aunque me quedo con 2: uno de penal en cancha de Vélez que le hice a Platense resbalándome; el otro fue uno que le hice a independiente el año pasado cuando le pegó Battaglia y yo sin querer desvié la pelota”.
Su gol más importante: “Sin dudas, los dos que le hice a real Madrid en Japón”.
El superclásico más recordado: “El que le ganamos 3-0 por la copa. Y el factor fundamental es que yo volví luego de la lesión, convertí el ultimo gol y los dejamos afuera”.
Su mejor partido: “No hay uno que recuerde, aunque por el hecho de haber convertido 4 goles me quedo con el de este torneo con Gimnasia”.
Su peor partido: “Hubo varios”.
Su mejor momento: “El campeonato de 1998, cuando hice 20 goles”.
Su mejor amigo dentro del futbol: “Guillermo es el principal, pero tambien el Pato, Diego Cagna y muchos chicos de las inferiores de Estudiantes”.
Su mejor amigo dentro de Boca: “Guillermo sin dudas”.
La mejor asistencia que le dio Guillermo: “Fueron tantas grandes asistencias que me dio, que es muy dificil quedarse con una”.
La anecdota más graciosa que tiene con Guillermo: “Nos peleabamos desde segundo o tercer grado hasta las inferiores. Y la anecdota que tenemos es el clásico Estudiantes-Gimnasia donde los 2 fuimos capitanes, nos fuimos a saludar y no nos miramos a la cara, sino que cada uno lo hizo para un lado distinto. Fue muy notorio”.
Esas peleas con Guillermo: “Nunca nos llegamos a pegar, aunque siempre estabamos involucrados en los tumultos”.
Los primeros dias de convivencia con Guillermo: “Fueron medios dificiles porque ninguno sabia que decirle al otro. Fue muy gracioso”.
Su primer dia en Boca: “Llegamos juntos los 3 (Guille, Gustavo y yo) a Casa Amarilla, ya que nos encontramos en el peaje. Ademas, cuando llegamos estaban todos jugadores muy importantes: Caniggia, Fabbri, Latorre, despues apareció Diego. Yo estaba sorprendido y con un perfil muy bajo”.
La arenga más emotiva que presenció: “Recuerdo que cuando en la final de la Libertadores frente al palmeiras en Brasil, antes del partido, Bianchi pegó en el vestuario recortes de diarios donde Scolari (DT de ellos) declaró que ya eran campeones”.
La frase que mas recuerda de Carlos Bianchi: “Todo lo que él hacia o decia era ganador. Cada palabra suya era muy puntual y muy significativa”.
El Boca de Bianchi que ganó todo: “Todos eran jugadores con nivel de Selección y que tenian un gran compromiso por el compañero y por el grupo”.
El vestuario en Japón frente al Real Madrid: “Ese vestuario fué el más feliz en el que me toco estar. muchos festejos y desahogo propios luego de un triunfo del que estabamos convencidos de lograrlo antes del partido”.
El dialogo más llamativo que escucho dentro de una cancha de futbol: “No es un dialogo, sino que recuerdo cuando Guille agarró pasto y le dijo a un defensor, tomá, comé burro”.
El dialogo y la pelea con Saja al final del 7-0: “No tuve ningún diálogo con él, se habrá enojado”.
Las concentraciones en Boca: “Son muy tranquilas, están los que juegan a la Play Station, al pool, al ping-pong. Y hay otros que ven futbol de cualquier parte del mundo o que navegan mucho por internet”.
El defensor rival que mas te costo enfrentar: “Son muchos años jugando y muchos futbolistas a los que enfrenté. hubo diversidades tanto de equipo como de jugadores”.
Su gol más feo: “Debe de haber un par, aunque me quedo con 2: uno de penal en cancha de Vélez que le hice a Platense resbalándome; el otro fue uno que le hice a independiente el año pasado cuando le pegó Battaglia y yo sin querer desvié la pelota”.
Su gol más importante: “Sin dudas, los dos que le hice a real Madrid en Japón”.
El superclásico más recordado: “El que le ganamos 3-0 por la copa. Y el factor fundamental es que yo volví luego de la lesión, convertí el ultimo gol y los dejamos afuera”.
Su mejor partido: “No hay uno que recuerde, aunque por el hecho de haber convertido 4 goles me quedo con el de este torneo con Gimnasia”.
Su peor partido: “Hubo varios”.
Su mejor momento: “El campeonato de 1998, cuando hice 20 goles”.
Su mejor amigo dentro del futbol: “Guillermo es el principal, pero tambien el Pato, Diego Cagna y muchos chicos de las inferiores de Estudiantes”.
Su mejor amigo dentro de Boca: “Guillermo sin dudas”.
La mejor asistencia que le dio Guillermo: “Fueron tantas grandes asistencias que me dio, que es muy dificil quedarse con una”.
La anecdota más graciosa que tiene con Guillermo: “Nos peleabamos desde segundo o tercer grado hasta las inferiores. Y la anecdota que tenemos es el clásico Estudiantes-Gimnasia donde los 2 fuimos capitanes, nos fuimos a saludar y no nos miramos a la cara, sino que cada uno lo hizo para un lado distinto. Fue muy notorio”.
Esas peleas con Guillermo: “Nunca nos llegamos a pegar, aunque siempre estabamos involucrados en los tumultos”.
Los primeros dias de convivencia con Guillermo: “Fueron medios dificiles porque ninguno sabia que decirle al otro. Fue muy gracioso”.
Su primer dia en Boca: “Llegamos juntos los 3 (Guille, Gustavo y yo) a Casa Amarilla, ya que nos encontramos en el peaje. Ademas, cuando llegamos estaban todos jugadores muy importantes: Caniggia, Fabbri, Latorre, despues apareció Diego. Yo estaba sorprendido y con un perfil muy bajo”.
La arenga más emotiva que presenció: “Recuerdo que cuando en la final de la Libertadores frente al palmeiras en Brasil, antes del partido, Bianchi pegó en el vestuario recortes de diarios donde Scolari (DT de ellos) declaró que ya eran campeones”.
La frase que mas recuerda de Carlos Bianchi: “Todo lo que él hacia o decia era ganador. Cada palabra suya era muy puntual y muy significativa”.
El Boca de Bianchi que ganó todo: “Todos eran jugadores con nivel de Selección y que tenian un gran compromiso por el compañero y por el grupo”.
El vestuario en Japón frente al Real Madrid: “Ese vestuario fué el más feliz en el que me toco estar. muchos festejos y desahogo propios luego de un triunfo del que estabamos convencidos de lograrlo antes del partido”.
El dialogo más llamativo que escucho dentro de una cancha de futbol: “No es un dialogo, sino que recuerdo cuando Guille agarró pasto y le dijo a un defensor, tomá, comé burro”.
El dialogo y la pelea con Saja al final del 7-0: “No tuve ningún diálogo con él, se habrá enojado”.
Las concentraciones en Boca: “Son muy tranquilas, están los que juegan a la Play Station, al pool, al ping-pong. Y hay otros que ven futbol de cualquier parte del mundo o que navegan mucho por internet”.
El defensor rival que mas te costo enfrentar: “Son muchos años jugando y muchos futbolistas a los que enfrenté. hubo diversidades tanto de equipo como de jugadores”.
LAS 9 DEFINICIONES DEL "9" MARTIN PALERMO
Las nueve definiciones del “9″
Carlos Bianchi: “El mejor técnico de todos los que tuve”.
Alfio Basile: “Despues de Bianchi, un técnico muy importante en mi carrera”.
Ricardo La Volpe: “Un técnico más de los que tuve. Nada más”.
Marcelo Bielsa: “Un entrenador muy obsesivo, y que quizás me enseñó lo que es vivir de esa manera, lo que es estar en el seleccionado”.
River Plate: “El rival de siempre al que uno le quiere ganar”.
La Bombonera: “La mejor cancha de todas”.
Diego Maradona: “El más grande como futbolista, y una de las mejores personas que mucho tuvo que ver para que yo llegue desde Estudiantes a Boca”.
Boca-River o Estudiantes-Gimnasia: “Sin dudas: Boca-river”.
Martin Palermo: “¿Que te puedo decir?. Una persona que es feliz estando en Boca y dándole a los hinchas la satisfacción de hacer goles con esta camiseta. Disfruto mucho y considero que es único lo que el hincha vive a raíz de eso”.
Carlos Bianchi: “El mejor técnico de todos los que tuve”.
Alfio Basile: “Despues de Bianchi, un técnico muy importante en mi carrera”.
Ricardo La Volpe: “Un técnico más de los que tuve. Nada más”.
Marcelo Bielsa: “Un entrenador muy obsesivo, y que quizás me enseñó lo que es vivir de esa manera, lo que es estar en el seleccionado”.
River Plate: “El rival de siempre al que uno le quiere ganar”.
La Bombonera: “La mejor cancha de todas”.
Diego Maradona: “El más grande como futbolista, y una de las mejores personas que mucho tuvo que ver para que yo llegue desde Estudiantes a Boca”.
Boca-River o Estudiantes-Gimnasia: “Sin dudas: Boca-river”.
Martin Palermo: “¿Que te puedo decir?. Una persona que es feliz estando en Boca y dándole a los hinchas la satisfacción de hacer goles con esta camiseta. Disfruto mucho y considero que es único lo que el hincha vive a raíz de eso”.
TODO NUESTRO APOYO
Los mensajes de apoyo, de amor, de aliento, fueron poblando la Bombonera desde temprano. Pero el primer momento de emoción se dio cuando el equipo salió a la cancha y posó para los fotógrafos. Allí, mezclados con esa bandera sostenida por sus compañeros y que decía “Martín, todo Boca te espera”, estalló el “Paleeeermo, Paleeeermo” inolvidable, conmovedor, que se repitió en el final con la vuelta olímpica. Fue, en definitiva, el grito de guerra y de emoción de una noche de fiesta.
Si el Loco hubiese estado en la cancha, se le habría sacudido el alma. Pero la lluvia, la fría noche y el cansancio por la reciente operación (fue dado de alta pasado a las 14.30) hicieron que cambiara su idea de ir a la Bombonera. La gente, todos, se encargaron de que estuviera presente. Antes y después…
El Loco, al final, agradeció tantas ovaciones. “Las muestras de cariño que recibí (hasta Simeone, DT de River, lo llamó), fueron impresionantes. Es increíble el apoyo. Me hubiese gustado estar festejando este título, pero me sentía cansado y no quería arriesgarme”, explicó él.
Los hinchas, igual, lo esperaron desde temprano. Por eso, en la antesala del vestuario, ya se vieron los primeros carteles: “Martín, recuperate pronto, te estamos extrañando”. Luego, en los palcos, hubo de todo. Una que decía “Fuerza 22 (referencia al Loco)” y otra con declaración de romance eterno: “Un yeso dura seis meses, mi amor por vos toda la vida”.
Así, sin haber estado en la cancha, Palermo se robó la atención. Incluso en el momento que a Riquelme le estaban dando una plaqueta por su medalla de oro en los Juegos, la gente no olvidó a su otro ídolo: “Aplaudan, aplaudan. Los goles de Palermo que ya van a venir”, fue el grito que sacudió el estadio. “Lo escuché, fue impresionante”, dijo en radio Mitre.
Ese mismo cantito entonaron sus propios compañeros, en plena premiación, y con la bandera dedicada a él flameando con la Recopa. Luego la pusieron en el piso y todos, de la mano, hicieron una ronda. “Palermo, querido, la Doce está contigo”, se escuchó. “La verdad, me hicieron emocionar”, aseguró él. Sí, no jugó, pero estuvo. Y fue campeón.
Olé
Besos
Si el Loco hubiese estado en la cancha, se le habría sacudido el alma. Pero la lluvia, la fría noche y el cansancio por la reciente operación (fue dado de alta pasado a las 14.30) hicieron que cambiara su idea de ir a la Bombonera. La gente, todos, se encargaron de que estuviera presente. Antes y después…
El Loco, al final, agradeció tantas ovaciones. “Las muestras de cariño que recibí (hasta Simeone, DT de River, lo llamó), fueron impresionantes. Es increíble el apoyo. Me hubiese gustado estar festejando este título, pero me sentía cansado y no quería arriesgarme”, explicó él.
Los hinchas, igual, lo esperaron desde temprano. Por eso, en la antesala del vestuario, ya se vieron los primeros carteles: “Martín, recuperate pronto, te estamos extrañando”. Luego, en los palcos, hubo de todo. Una que decía “Fuerza 22 (referencia al Loco)” y otra con declaración de romance eterno: “Un yeso dura seis meses, mi amor por vos toda la vida”.
Así, sin haber estado en la cancha, Palermo se robó la atención. Incluso en el momento que a Riquelme le estaban dando una plaqueta por su medalla de oro en los Juegos, la gente no olvidó a su otro ídolo: “Aplaudan, aplaudan. Los goles de Palermo que ya van a venir”, fue el grito que sacudió el estadio. “Lo escuché, fue impresionante”, dijo en radio Mitre.
Ese mismo cantito entonaron sus propios compañeros, en plena premiación, y con la bandera dedicada a él flameando con la Recopa. Luego la pusieron en el piso y todos, de la mano, hicieron una ronda. “Palermo, querido, la Doce está contigo”, se escuchó. “La verdad, me hicieron emocionar”, aseguró él. Sí, no jugó, pero estuvo. Y fue campeón.
Olé
Besos
TODO SALIO BIEN
Por varias horas, la clínica Agote, en Recoleta, se revolucionó. Móviles en vivo, periodistas, hinchas, curiosos, amigos y gente del fútbol no querían perderse el momento. Es increíble lo que provoca Martín Palermo, mediático hasta en una de las circunstancias más duras de su carrera. El Loco llegó cerca de las siete de la tarde junto con Gustavo Goñi, su representante. Saludó ante los flashes que lo iluminaron como si acabara de batir otro récord y agradeció el “tranquilo, fuerza”, que varios hinchas le dedicaron. Ahí se metió en la clínica. Sí, aunque parezca increíble ante tanta movida, sólo había llegado al lugar para operarse.
La intervención, a cargo del doctor Jorge Batista, duró aproximadamente una hora cincuenta y tuvo dos etapas: una, la conocida artroscopia, para recomponer el ligamento cruzado anterior. Y una segunda, a cielo abierto (lo abren en la cara interna de la rodilla), para reconstituir el ligamento lateral interno, que a diferencia del 99 (aquella vez sólo sufrió una distensión), también se rompió. ¿Cómo salió todo? “Realmente, fantástico. Se comprobó la lesión de doble ligamento y se reparó sin inconvenientes”, le confirmó Gustavo Liotta –a cargo del cuerpo médico– a Olé.
Martín pasó la noche en la clínica y hoy al mediodía será dado de alta. Sí, a tiempo para cumplir uno de sus primeros deseos una vez operado. ¿Cuál? Estar hoy en la cancha alentando a sus compañeros contra Arsenal. ¿Cómo? ¿Es posible verlo a Palermo dar la vuelta en muletas en caso de que Boca gane la Recopa? Viniendo de Martín, no sería extraño. Incluso, ya tiene el ok de los médicos, excepto alguna complicación que no lo aconseje.
Ayer, por lo pronto, el Loco estuvo muy acompañado en la clínica. Además de recibir mensajes de aliento de todo tipo, fueron a visitarlo Pablo Migliore, hoy en Racing, el Profe Córdoba, los dirigentes Crespi y Beraldi, varios amigos de La Plata y su hermano Gabriel.
Si bien es probable que hoy vuelva a la cancha aunque como espectador, ayer Palermo dio el primer paso para su regreso. Tendrá varios días de reposo y luego comenzará la etapa más dura de la recuperación. La intención es que esté para realizar una parte de la pretemporada y que en los primeros días de febrero pueda hacer fútbol. Y volver para la Copa…
Olé
Besos
La intervención, a cargo del doctor Jorge Batista, duró aproximadamente una hora cincuenta y tuvo dos etapas: una, la conocida artroscopia, para recomponer el ligamento cruzado anterior. Y una segunda, a cielo abierto (lo abren en la cara interna de la rodilla), para reconstituir el ligamento lateral interno, que a diferencia del 99 (aquella vez sólo sufrió una distensión), también se rompió. ¿Cómo salió todo? “Realmente, fantástico. Se comprobó la lesión de doble ligamento y se reparó sin inconvenientes”, le confirmó Gustavo Liotta –a cargo del cuerpo médico– a Olé.
Martín pasó la noche en la clínica y hoy al mediodía será dado de alta. Sí, a tiempo para cumplir uno de sus primeros deseos una vez operado. ¿Cuál? Estar hoy en la cancha alentando a sus compañeros contra Arsenal. ¿Cómo? ¿Es posible verlo a Palermo dar la vuelta en muletas en caso de que Boca gane la Recopa? Viniendo de Martín, no sería extraño. Incluso, ya tiene el ok de los médicos, excepto alguna complicación que no lo aconseje.
Ayer, por lo pronto, el Loco estuvo muy acompañado en la clínica. Además de recibir mensajes de aliento de todo tipo, fueron a visitarlo Pablo Migliore, hoy en Racing, el Profe Córdoba, los dirigentes Crespi y Beraldi, varios amigos de La Plata y su hermano Gabriel.
Si bien es probable que hoy vuelva a la cancha aunque como espectador, ayer Palermo dio el primer paso para su regreso. Tendrá varios días de reposo y luego comenzará la etapa más dura de la recuperación. La intención es que esté para realizar una parte de la pretemporada y que en los primeros días de febrero pueda hacer fútbol. Y volver para la Copa…
Olé
Besos
CARTA ABIERTA A MARTIN
Voy a comenzar por contarte que en el momento de tu caída, al ver que te tomabas la pierna, les dije a los que estaban viendo el partido conmigo en casa: “Martín se jodió, él nunca se agarra nada”.
Vuelvo 10 años atrás cuando nos conocimos en Tandil, junto a todos los componentes de un grupo extraordinario, con una capacidad de inteligencia muy grande. Ya te conocía futbolísticamente, pero como se puede conocer a un adversario viéndolo jugar contra uno, por algún partido en la televisión, o cuando se asiste al estadio como simple espectador.
Te veía algo que me gusta de los “9″ y es que te sentías muy bien dentro de los 18 metros del área, donde no todos se encuentran bien. Hay para todos los gustos en ese puesto: los que se tiran atrás para llegar tocando, o los que van por los costados. Pero vos no. Tu sector era y es el área grande, teniendo además una gran virtud: saber dónde va a caer el balón para anticipar al defensor que no lo sabe.
Contar con un goleador como vos, además de otro que desbordaba al nivel de Guillermo y otro que construía y distribuía como Román, significaba que más de la mitad del trabajo que tenía que hacer para armar el equipo ya estaba hecho.
Bendito ‘98 que nos juntamos todos en el lugar indicado y en el momento justo, para cumplir nuestros sueños más preciados como componentes de un grupo con apetito de triunfos.
Futbolísticamente pienso que esos momentos tuyos fueron irrepetibles, porque te consolidaste como goleador ante todos los que dudaban y cuestionaban tus cualidades de definidor.
Hasta que llegó ese partido en Santa Fe contra Colón (el 13 de noviembre de 1999), en el que te rompiste los ligamentos cruzados de la rodilla derecha.
A partir de ahí viviste momentos de dudas terribles, haciéndonte todas las preguntas posibles después de cada sesión de “kine”. Luego pasaste a trabajar en el campo, donde de a poco veías la puerta de salida, a medida que empezabas a tocar el balón y a participar de los picados.
Y no me olvido ese entrenamiento, al día siguiente de la derrota por 2-1 contra River en la Libertadores, en el cual le convertiste dos goles a tu amigo Abbondanzieri.
Recordaré siempre que te agarré al final del mismo y te avisé: “Vas a ir al banco el miércoles próximo y vas a calentar al comienzo del 2ª tiempo, para entrar cuando falten 30 o 20 minutos”.
Te dije además que en esto no había nadie que desee tanto que las cosas te salgan bien más que yo. Recordarás también a los que no estaban seguros de tu posible vuelta…
Si no tomaba esa decisión no hubieras vivido los momentos que llegaron luego.
A partir de ahí, en la cuenta regresiva hasta la semana siguiente, tenías un gran quilombo en la cabeza porque no esperabas que te dijera eso.
La historia terminó bien, con el muchachito de la película diciendo: “Aquí estoy de vuelta”.
Pasamos momentos de charla de todo tipo según tus estados de ánimo. Entre ellas, una en el tunel de una cancha, donde conversamos 30 minutos mientras jugaba la Reserva. Un rato después convertirías el gol de la victoria por 1-0.
Repasamos tu lesión de España, tras la cual también apretaste los dientes y te dijiste por segunda vez: “Voy a volver”. Desde tu regreso a Boca, llegamos a un presente lleno de satisfacciones, preparado para batir todos los récords de eficacia. Una cuestión que esta lesión quiere impedir pero no logrará, porque la vuelta vas a ir programándola de a poco, según tu evolución en la recuperación.
Sos un tipo ganador por naturaleza, con mucha confianza en vos mismo, cualidad que no todos poseen.
Sabés muy bien que el sacrificio físico vas a tener que hacerlo vos, pero que seremos muchos los que desearemos volver a verte en un campo de juego, conviertiendo en gol una situación que para otros no lo era.
Martín, como te dije, vamos a peleársela al destino, que sepa que sos vos el que decidís cuando vas a dejar de golear. No va a ser él, con sus piedras en el camino, el que nos complicará el final.
“El destino conoce nuestro destino que nosotros no conocemos”.
Volverás y después de un par de récords (entre ellos los 206 goles que convertí en Vélez), levantarás los brazos y tendrás todo el derecho de dar las hurras, para disfrutar de haber sido el máximo goleador de los últimos 15 años.
Toda mi admiración y respeto, deseando y esperando tu retorno para poder festejar otro gol.
Felicidades.
Carlos Bianchi
Besos
Vuelvo 10 años atrás cuando nos conocimos en Tandil, junto a todos los componentes de un grupo extraordinario, con una capacidad de inteligencia muy grande. Ya te conocía futbolísticamente, pero como se puede conocer a un adversario viéndolo jugar contra uno, por algún partido en la televisión, o cuando se asiste al estadio como simple espectador.
Te veía algo que me gusta de los “9″ y es que te sentías muy bien dentro de los 18 metros del área, donde no todos se encuentran bien. Hay para todos los gustos en ese puesto: los que se tiran atrás para llegar tocando, o los que van por los costados. Pero vos no. Tu sector era y es el área grande, teniendo además una gran virtud: saber dónde va a caer el balón para anticipar al defensor que no lo sabe.
Contar con un goleador como vos, además de otro que desbordaba al nivel de Guillermo y otro que construía y distribuía como Román, significaba que más de la mitad del trabajo que tenía que hacer para armar el equipo ya estaba hecho.
Bendito ‘98 que nos juntamos todos en el lugar indicado y en el momento justo, para cumplir nuestros sueños más preciados como componentes de un grupo con apetito de triunfos.
Futbolísticamente pienso que esos momentos tuyos fueron irrepetibles, porque te consolidaste como goleador ante todos los que dudaban y cuestionaban tus cualidades de definidor.
Hasta que llegó ese partido en Santa Fe contra Colón (el 13 de noviembre de 1999), en el que te rompiste los ligamentos cruzados de la rodilla derecha.
A partir de ahí viviste momentos de dudas terribles, haciéndonte todas las preguntas posibles después de cada sesión de “kine”. Luego pasaste a trabajar en el campo, donde de a poco veías la puerta de salida, a medida que empezabas a tocar el balón y a participar de los picados.
Y no me olvido ese entrenamiento, al día siguiente de la derrota por 2-1 contra River en la Libertadores, en el cual le convertiste dos goles a tu amigo Abbondanzieri.
Recordaré siempre que te agarré al final del mismo y te avisé: “Vas a ir al banco el miércoles próximo y vas a calentar al comienzo del 2ª tiempo, para entrar cuando falten 30 o 20 minutos”.
Te dije además que en esto no había nadie que desee tanto que las cosas te salgan bien más que yo. Recordarás también a los que no estaban seguros de tu posible vuelta…
Si no tomaba esa decisión no hubieras vivido los momentos que llegaron luego.
A partir de ahí, en la cuenta regresiva hasta la semana siguiente, tenías un gran quilombo en la cabeza porque no esperabas que te dijera eso.
La historia terminó bien, con el muchachito de la película diciendo: “Aquí estoy de vuelta”.
Pasamos momentos de charla de todo tipo según tus estados de ánimo. Entre ellas, una en el tunel de una cancha, donde conversamos 30 minutos mientras jugaba la Reserva. Un rato después convertirías el gol de la victoria por 1-0.
Repasamos tu lesión de España, tras la cual también apretaste los dientes y te dijiste por segunda vez: “Voy a volver”. Desde tu regreso a Boca, llegamos a un presente lleno de satisfacciones, preparado para batir todos los récords de eficacia. Una cuestión que esta lesión quiere impedir pero no logrará, porque la vuelta vas a ir programándola de a poco, según tu evolución en la recuperación.
Sos un tipo ganador por naturaleza, con mucha confianza en vos mismo, cualidad que no todos poseen.
Sabés muy bien que el sacrificio físico vas a tener que hacerlo vos, pero que seremos muchos los que desearemos volver a verte en un campo de juego, conviertiendo en gol una situación que para otros no lo era.
Martín, como te dije, vamos a peleársela al destino, que sepa que sos vos el que decidís cuando vas a dejar de golear. No va a ser él, con sus piedras en el camino, el que nos complicará el final.
“El destino conoce nuestro destino que nosotros no conocemos”.
Volverás y después de un par de récords (entre ellos los 206 goles que convertí en Vélez), levantarás los brazos y tendrás todo el derecho de dar las hurras, para disfrutar de haber sido el máximo goleador de los últimos 15 años.
Toda mi admiración y respeto, deseando y esperando tu retorno para poder festejar otro gol.
Felicidades.
Carlos Bianchi
Besos
FUERZA IDOLO
La vida se empecinó una vez más con Martín Palermo. Otro obstáculo se le interpuso en su larga trayectoria, siempre marcada por profundos altibajos. Hace sólo diez días, el N° 9 anotó su gol 194 con la camiseta de Boca y alcanzó a Varallo en la cima de los máximos artilleros del profesionalismo xeneize y, con al menos un año de contrato por delante en el club, el delantero soñaba con sumar una cantidad de tantos que lo acercara a los mejores de la historia. Además, Alfio Basile evaluaba citarlo para los próximos partidos por las eliminatorias. Pero la mala fortuna lo aguijoneó, injustamente si se tiene en cuenta su gran constancia: en una acción solitaria ante Lanús, el Loco saltó en busca de un centro y al caer apoyó todo el peso de su cuerpo sobre la pierna derecha mal ubicada, por lo que sufrió la rotura del ligamento lateral interno y del ligamento cruzado anterior de la rodilla, la misma operada en noviembre de 1999, cuando se rompió los ligamentos cruzados y, en ese estado, ante Colón, logró su gol N° 100.
Antes del final de la primera parte, Palermo fue atendido por los médicos, a un costado del campo; quiso aguardar el descanso para volver a probar la rodilla y conocer si mermaba el dolor. Pero el agudo malestar lo obligó a trasladarse inmediatamente al Centro de Diagnóstico TCBA, en Salguero 560, junto con el médico José María Veiga y el vicepresidente 3°, Juan Carlos Crespi. En un principio, Pablo Ortega Gallo, uno de los médicos del plantel xeneize, fue cauto y se refirió a “un esguince de rodilla”, pero luego de una resonancia magnética la peor noticia llegó a oídos del atacante, que abandonó el lugar llorando desconsoladamente.
“Martín está destruido anímicamente; no podemos creer la mala suerte que tuvo otra vez en su vida. Encontramos los resultados que no queríamos encontrar…”, le confesó Veiga a LA NACION, minutos después de las 21. ¿Cuáles serán los pasos venideros? Veiga explicó que el jugador será operado en las próximas 48 horas y que el tiempo de recuperación le demandará “entre cinco y ocho meses”.
De todos modos, Veiga ponderó la fuerza de voluntad del futbolista, que el 7 de noviembre próximo cumplirá 35 años: “Es una persona muy especial y hoy (por ayer), luego de la bronca por la noticia, ya empezó a pensar en reponerse. Es muy fuerte y todos vamos a apoyarlo en este momento”.
Más allá de los récords y los títulos conquistados, los golpes son una particularidad en la carrera del Titán . En mayor o menor medida, vale un repaso: en julio de 1999 falló tres penales en el seleccionado, ante Colombia, por la Copa América; cuatro meses después, se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla derecha; en noviembre de 2001, festejando un gol en Villarreal, la presión del público hizo ceder una valla de contención, que le cayó en la pierna derecha y le fracturó la tibia y el peroné; en mayo de 2004, Lorena, por entonces su mujer, sufrió un aneurisma cerebral que puso en riesgo su vida; y en agosto de 2006, pocos días después de sufrir la muerte de Stéfano, su hijo recién nacido, Martín le puso el pecho al dolor y le hizo dos goles a Banfield… Nuevamente, la vida lo pone a Palermo frente a una de las circunstancias más angustiantes que puede padecer un deportista.
Pero el que piense que esta lesión lo pone al borde del retiro, se equivoca. Una declaración suya en diciembre de 2006 lo pinta de cuerpo entero, como un optimista de la vida: “A veces cuesta seguir adelante, porque los golpes son duros (…) Pero hay que entender algo: las cosas buenas se disfrutan, pero de las cosas malas también se aprende…”.
La Nación
TODA LA FUERZA DEL MUNDO PARA NUESTRO IDOLO
Antes del final de la primera parte, Palermo fue atendido por los médicos, a un costado del campo; quiso aguardar el descanso para volver a probar la rodilla y conocer si mermaba el dolor. Pero el agudo malestar lo obligó a trasladarse inmediatamente al Centro de Diagnóstico TCBA, en Salguero 560, junto con el médico José María Veiga y el vicepresidente 3°, Juan Carlos Crespi. En un principio, Pablo Ortega Gallo, uno de los médicos del plantel xeneize, fue cauto y se refirió a “un esguince de rodilla”, pero luego de una resonancia magnética la peor noticia llegó a oídos del atacante, que abandonó el lugar llorando desconsoladamente.
“Martín está destruido anímicamente; no podemos creer la mala suerte que tuvo otra vez en su vida. Encontramos los resultados que no queríamos encontrar…”, le confesó Veiga a LA NACION, minutos después de las 21. ¿Cuáles serán los pasos venideros? Veiga explicó que el jugador será operado en las próximas 48 horas y que el tiempo de recuperación le demandará “entre cinco y ocho meses”.
De todos modos, Veiga ponderó la fuerza de voluntad del futbolista, que el 7 de noviembre próximo cumplirá 35 años: “Es una persona muy especial y hoy (por ayer), luego de la bronca por la noticia, ya empezó a pensar en reponerse. Es muy fuerte y todos vamos a apoyarlo en este momento”.
Más allá de los récords y los títulos conquistados, los golpes son una particularidad en la carrera del Titán . En mayor o menor medida, vale un repaso: en julio de 1999 falló tres penales en el seleccionado, ante Colombia, por la Copa América; cuatro meses después, se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla derecha; en noviembre de 2001, festejando un gol en Villarreal, la presión del público hizo ceder una valla de contención, que le cayó en la pierna derecha y le fracturó la tibia y el peroné; en mayo de 2004, Lorena, por entonces su mujer, sufrió un aneurisma cerebral que puso en riesgo su vida; y en agosto de 2006, pocos días después de sufrir la muerte de Stéfano, su hijo recién nacido, Martín le puso el pecho al dolor y le hizo dos goles a Banfield… Nuevamente, la vida lo pone a Palermo frente a una de las circunstancias más angustiantes que puede padecer un deportista.
Pero el que piense que esta lesión lo pone al borde del retiro, se equivoca. Una declaración suya en diciembre de 2006 lo pinta de cuerpo entero, como un optimista de la vida: “A veces cuesta seguir adelante, porque los golpes son duros (…) Pero hay que entender algo: las cosas buenas se disfrutan, pero de las cosas malas también se aprende…”.
La Nación
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EL IDOLO
Quienes estuvieron anoche en el aeropuerto Internacional “Teniente Benjamín Matienzo” se sorprendió cuando por la puerta Nº 1 de arribos apareció una figura que, cuando fue reconocida, mereció la atención generalizada: Martín Palermo.El jugador de Boca Juniors, que se recupera de una grave lesión en la rodilla izquierda, arribó a nuestra provincia en el vuelo de las 20.05, invitado por una empresa automotriz. A las 17, en una concesionaria ubicada en Ruta Nº 9 km 1298, en el acceso norte, brindará una conferencia de prensa que estará reservada a la prensa tucumana. Como era de esperar, no fueron pocos los asistentes a la aeroestación que sacaron a relucir los celulares para sacarse una foto con el goleador, que llegó acompañado por el periodista Gastón Recondo.“¡Como estás, Martín! ¿Me permitís una fotito para que mi hijo me crea que esta noche estuve con vos?”, dijo uno de los primeros que abordó al atacante.Luego, una dama se le acercó para darle un beso en la mejilla y para preguntarle cuándo volverá a jugar. Mientras esperaba la llegada del utilitario que lo trasladaría hasta el hotel, Palermo contestó a la pregunta: “gracias a Dios todo marcha bien. Todo indica que en febrero ya puedo estar jugando. Les agradezco la buena onda que tienen y que es una constante en cada lugar que visito”.Cuando empezaban a caer las primeras gotas de lluvia en la zona del aeropuerto, Palermo se subió al utilitario y se alejó saludando a los presentes. Previo a la conferencia de prensa de hoy, Palermo participará en la premiación de la “Copa Sprinter”, un torneo de Fútbol 5 que, con la participación de ocho equipos, se iniciará a las 10 en las instalaciones del club Banco Provincia.
Besos
Besos
DATOS IMPORTANTES DE MARTIN PALERMO
Selección nacional Palermo ha sido internacional con la Selección Argentina durante la Copa América 1999. A pesar de marcar 3 goles en 7 partidos, quedó marcado por el récord guiness negativo de malograr tres penales en un mismo encuentro ante Colombia. No volvió a jugar en el equipo nacional luego de esa competición.
Al 23 de junio de 2008 es el máximo goleador en actividad de la Primera división del fútbol argentino con 190 goles en 346 partidos (promedio 0,549) por campeonatos oficiales de la AFA.
Por la novena fecha del Torneo Clausura 99 vs Platense, convirtió un penal pateando con ambas piernas. Dado el terreno embarrado de aquel día, Palermo resbaló un instante después de impactar el balón con el pie izquierdo, lo que hizo que lo impactara también con el pie derecho.
El 3 de mayo de 2007 se convirtió en el máximo goleador de Boca Juniors en torneos internacionales, al superar a Guillermo Barros Schelotto que tenía 25 goles.
El 24 de febrero de 2007, vs Independiente Palermo convirtió un gol desde 61 metros en el estadio de Racing Club (donde Independiente hacía de local), poniendo el resultado final 3-1 a favor de Boca Juniors. El arquero de Independiente era Oscar Ustari.
Palermo sufrió, y se repuso, de dos graves lesiones. El 13 de Noviembre de 1999 vs Colón de Santa Fé se lesionó los ligamentos cruzados de la rodilla derecha momentos antes de convertir su gol número 100 en el fútbol argentino. Estuvo 7 meses inactivo volviendo a jugar contra River Plate, en el partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa.
Libertadores 2000, el 24 de Mayo de 2000 en La Bombonera. En dicho encuentro marcó el tercer gol de su equipo en tiempo de descuento que sirvió para que Boca Juniors elimine a su clásico rival y clasifique a semifinales de la Copa.
Jugando en el Villareal de España, en un partido en el que enfrentaba al Levante F.C. por la Copa del Rey 2001 volvió a sufrir una lesión importante que lo dejaría nuevamente inactivo por un tiempo prolongado. Luego de haber marcado un gol, se acercó a las gradas a saludar al grupo de hinchas que se amontonó contra esta, provocando el desmoronamiento del muro de cemento sobre su pierna derecha, resultando en una fractura expuesta de Tibia y Perone.
El 18 de marzo de 2007 vs Gimnasia y Esgrima de La Plata, Martín Palermo convirtió por primera vez en su carrera 4 goles en un mismo partido. El partido se disputó en la Bombonera terminando 5:1 a favor del local.
El 16 de septiembre de 2007 vs Bánfield, Martín Palermo volvió a convertir 4 goles en un partido. Marcó tres tantos en el primer tiempo y el restante al comenzar la segunda mitad. El partido finalizó 6:0 en favor de Boca Juniors. Con estas cuatro conquistas, Palermo alcanzó la cifra de 100 partidos en Boca Juniors convirtiendo goles en torneos organizados por AFA.
Gimnasia y Esgrima de La Plata es el equipo al que Martín Palermo le convirtió más goles en su carrera: 13, marcados con las camiseta de Boca Juniors y Estudiantes de La Plata.
Martín Palermo es el goleador histórico de La Bombonera (1940-2007)
Martín Palermo posee el récord de goles en torneos cortos AFA, con 20 goles en 19 partidos, logrado en el Torneo Apertura '98.
El 27 de enero de 2008 vs River Plate, por el Torneo de Verano 2008, en el Estadio Ciudad de Mar del Plata, Palermo hizo un gol colgado del travesaño, lo cual va contra el reglamento. El árbitro fue Héctor Baldassi.
El 17 de febrero de 2008 vs Argentinos Juniors, Palermo recibe una plaqueta como reconocimiento por haber sido el máximo goleador de todas las ligas de América en el año 2007.
Palermo se convirtió en el 15º futbolista en convertir por lo menos 150 goles en primera división jugando para un mismo club.
En todos los partidos en que Palermo marcó un gol en los Superclásicos contra river, Boca nunca perdió.
Biografía
Martín nació en “El Instituto Médico Platense” el día 7 de noviembre del año 1973, bajo el signo de Escorpio. Creció en la ciudad de Las Diagonales. Hizo sus estudios en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús y terminó sus dos últimos años del secundario en la nocturna del Normal Benito Lynch.
Martín, compartía su tiempo entre los estudios y el fútbol, entre la escuela y la cancha. Desde muy chiquito se vió fuertemente atraído por la pelota pero para nada por los libros. De todas maneras cumplió con la promesa que le había hecho a su papá, terminar el secundario. Siempre fue hiperactivo, muy revoltoso y desde chiquito un referente y un líder positivo.
Su hermano mayor era arquero en las inferiores de Estudiantes de La Plata, un día Martín lo fue a ver a un entrenamiento y como faltaba un jugador le preguntaron si quería jugar y él acepto. Luego lo probaron en lo que sería el baby fútbol, también en el mismo club y quedó como arquero. En un torneo organizado por la municipalidad con tan sólo 6 añitos ya había logrado su primer título, él junto a su equipo eran los campeones de ese torneo. Alrededor de los 11 años iba seguido a ver a un amigo que jugaba en el club For Ever él quería jugar ahí, pero tenía que esperar a que terminara el torneo, ficharse y hacer todos los trámites. Un día ya terminado el torneo llegó su gran posibilidad de comenzar a jugar. Lo que nunca imaginó que en uno de esos partidos estaría presente Daniel Epeloa, quién al observar su desplazamiento en el terreno de juego y llamándole mucho la atención de lo que veía, lo llevó a Estudiantes, para que el técnico “El Bocha” Flores lo probara en las inferiores del club, para jugar como delantero, ya que poseía cualidades para desempeñarse en ese puesto. No le resulto fácil al principio ya que no era un juego sino que estaba ya representando al club dónde tenía deberes y obligaciones que cumplir pero una vez afianzado tomando el ritmo y la seriedad que caracteriza un entrenamiento y por sus dotes fue pasando por todas las categorías dejando huellas imborrables hasta llegar a la primera división con tan sólo 18 años, comenzando su carrera oficialmente, formando duplas temerosas, cansándose de hacer goles para el quipo y entendiéndose a la perfección con sus compañeros. Ni bién comenzó su carrera se ganó su primer apodo, “El Loco”, por sus excentricidades, por su forma de ser tan rara, divertida, espontánea y fresca. Claro a veces se le pasaba un poco la mano en sus cargadas o actitudes y se ganaba tontamente la tarjeta roja, o algún insulto, o crítica ya que se tornaba ofensiva su actitud. Más de una vez provocó la ira de los hinchas y de los mismos jugadores rivales. Alto, rubio, dueño de una presencia intimidatoria, de una zurda potente, de una fuerza anímica que le permite salir siempre adelante, fresco, auténtico, tan diferente a los demás y con sus ocurrencias tan divertidas para algunos y tan criticadas para otros, comenzó paso a paso a construir una carrera maravillosa. Recordando sus inicios hacemos mención, a que un día un entrenador le dijo que sólo servía para cortar el pasto. Hoy, dicha persona estará arrepentido por la equivocación y la torpeza con que se dirigió a este muchachito que hoy es todo un crak. Ese técnico fue Miguel Ángel Ruso el mismo que asumió hace unos días como el nuevo técnico de Boca Juniors, ojalá no vuelva a cometer los mismos errores del pasado. Creemos que el tiempo y aquel mismo muchachito que hoy, ya es todo un hombre y un gran señor dentro y fuera del campo de juego, le taparon más de una vez la boca. Muchos clubes en aquellos tiempos, querían tenerlo entre sus jugadores, pero se disputaron su presencia, Boca y River. Finalmente ganó el primer club y Martín dejó a los pinchas para ir a vivir al pueblo boquense sin imaginar una vez más todo lo maravilloso que le sucedería. Fue convocado para integrar el equipo de La Selección Argentina y el 1 de julio del año 1999 marcó sus dos primeros goles lleno de ilusión.
En ese mismo año, llegó a su gol número 100 y sufrió una de las lesiones más graves de su carrera, que lo mantuvo alejado del fútbol durante 6 largos meses. Luego, ganó junto a sus compañeros xeneizes, La Copa Libertadores. Y marcó los dos goles decisivos, para darle a sus compañeros y a todo el pueblo boquense, La Copa Intercontinental, siendo considerado cómo el mejor jugador de ésta Copa. En el año 2001, dejó a Boca para comenzar su paso por el Villarreal, club europeo más precisamente español. Ahí fué dónde sufrió otra de sus lesiones importantes, festejando un gol se le cayó encima de su pierna derecha una pared. En el año 2003 dejó al Villarreal, para pasar a “El Real Betis”, club de la misma procedencia que el anterior. Y en el año 2004, dejó a dicho club, para pasar a El Club Deportivo Alavés, club de segunda división, pero de la misma procedencia que los anteriores. Finalmente en el año 2004, terminó su contrato con El Club Deportivo Alavés, terminando así su gira europea y volviendo a Boca Juniors. Su paso por el fútbol europeo fue bueno, lo hizo crecer mucho tanto en su profesión como en su vida personal. Actualmente sigue en el pueblo boquense y de la mano de éste club, escriben partido a partido la más linda y emocionante de todas las historias.
La experiencia en Europa
Al finalizar el año 2000 Martín Palermo fue transferido al Villarreal español. En el Submarino Amarillo alternó buenas con malas actuaciones. Si bien siguió marcando con regularidad no logró brillar y volvió a sufrir una grave lesión tras caerle un pequeño muro en la pierna cuando estaba celebrando un gol con los aficionados, que le demandó otra larga recuperación. Finalmente, al no estar en los planes del entrenador Benito Floro, fue transferido a Betis en agosto de 2003.[2] En el club sevillano jugó muy poco y marcó solamente un gol. A fin de año firmó a préstamo con el Alavés. Allí logró una mayor continuidad y peleó hasta el final del campeonato por un ascenso que no llegó.
Primer paso por Boca Juniors
A mediados de 1997 Boca Juniors se interesó por su pase. Fue así que llegó al Club de la Ribera junto con los hermanos Barros Schelotto. Los tres habían sido pedidos insistentemente por Diego Armando Maradona, que jugaba sus últimos partidos antes de retirarse del fútbol profesional en octubre de ese año. Palermo se hizo prontamente con un puesto en el equipo titular aunque sus primeras actuaciones no fueron convincentes. Pero con el correr del Torneo Apertura de 1997 hizo valer su potencia goleadora y contribuyó al subcampeonato logrado por Boca. En 1998, con la llegada de Carlos Bianchi a la dirección técnica del Xeneize, formó una efectiva dupla con Guillermo Barros Schelotto que contribuyó decisivamente a la obtención del Torneo Apertura. En ese campeonato Palermo se consagró goleador con 20 goles, récord en torneos cortos. En 1999 Boca repitió el título en el Clausura. En medio de la disputa del Torneo Apertura de ese mismo año Boca visitó a Colón de Santa Fe y Palermo sufrió la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha. Su gol en aquel partido, que marcó ya lesionado, fue su tanto número 100 en Primera División. La recuperación demandó más de seis meses y su vuelta se produjo en un importante encuentro por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores de América del año 2000. El rival de Boca era River Plate y Palermo, que aún no había recuperado su mejor forma física, marcó el definitivo 3-0 sobre el final del encuentro, disputado en la Bombonera. Si bien su participación en la Copa Libertadores que Boca logró en 2000 fue escasa, su concurso fue decisivo para la obtención de la Copa Intercontinental de ese mismo año. Ese día Palermo marcó dos goles en los primeros minutos del encuentro que Boca le ganó a Real Madrid 2-1, lo que le valió el premio al mejor jugador de la final. A la vuelta de Japón, Palermo contribuyó con otro gol a la consagración de Boca como ganador del Torneo Apertura.
Inicios en Estudiantes
Inicios en Estudiantes
Palermo debutó en Primera División a los 19 años, el 5 de julio de 1992 en el empate sin goles entre San Lorenzo y Estudiantes. Sin embargo, le costó mucho asentarse en el primer equipo; muestra de ello es que recién pudo convertir el primer tanto de su carrera el 22 de mayo de 1993 a los 20 minutos del encuentro que finalizó en victoria (3-0) del club platense frente a San Martín de Tucumán. El equipo tucumano volvería a cruzarse en su camino poco tiempo después. Con Estudiantes recién ascendido, en 1995, Palermo no figuraba en los planes del director técnico Miguel Ángel Russo y aceptó irse cedido a préstamo a San Martín de Tucumán para jugar en el Nacional B. Pero una diferencia económica entre los clubes frustró el pase y Palermo se quedó en Estudiantes. Tras el conflicto, el cuerpo técnico presentó su renuncia y asumió el Profe Daniel Córdoba. Palermo tuvo su oportunidad y no la desaprovechó. En menos de un año se convirtió en figura y goleador del equipo, con actuaciones destacadas y goles frente a los grandes del fútbol argentino. En su paso por Estudiantes, Palermo disputó 90 partidos de Primera División, marcando 34 goles.
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